Primeras Vísperas XXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 XXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Primeras Vísperas

Invocación inicial

V.Dios mío, ven en mi auxilio.

R.Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno

Acuérdate de Jesucristo, 

resucitado de entre los muertos. 

Él es nuestra salvación,

nuestra gloria para siempre.


Si con él morimos, viviremos con él; 

si con él sufrimos, reinaremos con él.


En él nuestras penas, en él nuestro gozo; 

en él la esperanza, en él nuestro amor.


En él toda gracia, en él nuestra paz;

en él nuestra gloria, en él la salvación. Amén.

Himno latino

I [II]

Deus, creátor ómnium 

políque rector, véstiens 

diem decóro lúmine, 

noctem sopóris grátia,


Artus solútos ut quies 

reddat labóris úsui 

mentésque fessas állevet 

luctúsque solvat ánxios,


Grates perácto iam die

et noctis exórtu preces,

voti reos ut ádiuves, 

hymnum canéntes sólvimus.


Te cordis ima cóncinant, 

te vox canóra cóncrepet,

te díligat castus amor,

te mens adóret sóbria,


Ut cum profúnda cláuserit 

diem calígo nóctium.

fides tenébras nésciat

et nox fide relúceat.


Præsta, Pater piíssime,

Patríque compar Únice,

cum Spíritu Paráclito

regnans per omne sæculum. Amen.

II [II]

Dies ætásque céteris 

octáva splendet sánctior

in te quam, Iesu, cónsecras, 

primítiæ surgéntium.


Tu tibi nostras ánimas 

nunc primo conresúscita; 

tibi consúrgant córpora 

secúnda morte líbera.


Tibíque mox in núbibus, 

Christe, ferámur óbviam 

tecum victúri pérpetim:

tu vita, resurrectio.


Cuius vidéntes fáciem, 

configurémur glóriæ;

te cognoscámus sicut es, 

lux vera et suávitas.


Regnum, cum Patri tráditos, 

plenos septéno chrísmate,

in temet nos lætíficas,

consúmmet sancta Trínitas. Amen.

Salmodia

Ant. 1. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.

Salmo 112

“Alabado sea el nombre del Señor”

Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. (Lc 1, 52).


Alabad, siervos del Señor,

alabad el nombre del Señor.

Bendito sea el nombre del Señor,

ahora y por siempre:

de la salida del sol hasta su ocaso,

alabado sea el nombre del Señor.


El Señor se eleva sobre todos los pueblos,

su gloria sobre los cielos.

¿Quién como el Señor, Dios nuestro,

que se eleva en su trono

y se abaja para mirar

al cielo y a la tierra?


Levanta del polvo al desvalido,

alza de la basura al pobre,

para sentarlo con los príncipes,

los príncipes de su pueblo;

a la estéril le da un puesto en la casa,

como madre feliz de hijos.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.

Ant. 2. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.

Salmo 115

“Acción de gracias en el templo”

Por medio de Jesús ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza (Heb 13, 15).


Tenía fe, aun cuando dije:

«¡Qué desgraciado soy!»

Yo decía en mi apuro:

«Los hombres son unos mentirosos».


¿Cómo pagaré al Señor

todo el bien que me ha hecho?

Alzaré la copa de la salvación,

invocando su nombre.

Cumpliré al Señor mis votos

en presencia de todo el pueblo.


Mucho le cuesta al Señor

la muerte de sus fieles.

Señor, yo soy tu siervo,

siervo tuyo, hijo de tu esclava:

rompiste mis cadenas.


Te ofreceré un sacrificio de alabanza,

invocando tu nombre, Señor.

Cumpliré al Señor mis votos

en presencia de todo el pueblo,

en el atrio de la casa del Señor,

en medio de ti, Jerusalén.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.

Ant. 3. El Señor Jesús se rebajó, y por eso Dios lo levantó por los siglos de los siglos.

Cántico

Flp 2, 6-11

“Cristo, siervo de Dios, en su misterio pascual”

Cristo, a pesar de su condición divina,

no hizo alarde de su categoría de Dios;

al contrario, se despojó de su rango

y tomó la condición de esclavo,

pasando por uno de tantos.


Y así, actuando 

  como un hombre cualquiera,

se rebajó hasta someterse 

  incluso a la muerte,

y una muerte de cruz.


Por eso Dios lo levantó sobre todo

y le concedió el 

  «Nombre-sobre-todo-nombre»;

de modo que al nombre de Jesús 

  toda rodilla se doble

en el cielo, en la tierra, en el abismo,

y toda lengua proclame:

Jesucristo es Señor, 

  para gloria de Dios Padre.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor Jesús se rebajó, y por eso Dios lo levantó por los siglos de los siglos.

Lectura breve

Heb 13, 20-21


Que el Dios de la paz, que hizo subir de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesús, en virtud de la sangre de la alianza eterna, os ponga a punto en todo bien, para que cumpláis su voluntad. Él realizará en nosotros lo que es de su agrado, por medio de Jesucristo; a él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Responsorio

V.Cuántas son tus obras, Señor.

R.Cuántas son tus obras, Señor.

V.Y todas las hiciste con sabiduría.

R.Tus obras, Señor.

V.Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

R.Cuántas son tus obras, Señor.

Cántico evangélico

Ant. Los oídos del sordo se abrirán y la lengua del mudo cantará: Dios viene en persona y os salvará. Aleluya.

O bien, en el presente año B se puede utilizar la siguiente antífona:

Ant. Cuando dejó Jesús el territorio de Tiro, le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga la manos.

Magníficat

Lc 1, 46-55

“Alegría del alma en el Señor”

Proclama mi alma la grandeza del Señor,

se alegra mi espíritu en Dios, 

  mi salvador;

porque ha mirado la humillación 

  de su esclava.


Desde ahora me felicitarán 

  todas las generaciones,

porque el Poderoso ha hecho 

  obras grandes por mí:

su nombre es santo,

y su misericordia llega a sus fieles

de generación en generación.


Él hace proezas con su brazo:

dispersa a los soberbios de corazón,

derriba del trono a los poderosos

y enaltece a los humildes,

a los hambrientos los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos.


Auxilia a Israel, su siervo,

acordándose de la misericordia

—como lo había prometido 

  a nuestros padres—

en favor de Abrahán 

  y su descendencia por siempre.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Los oídos del sordo se abrirán y la lengua del mudo cantará: Dios viene en persona y os salvará. Aleluya.

O bien, en el presente año B se puede utilizar la siguiente antífona:

Ant. Cuando dejó Jesús el territorio de Tiro, le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga la manos.

Preces o intercesiones

V.Recordando la bondad de Cristo, que se compadeció del pueblo hambriento y obró en favor suyo los prodigios de su amor, digámosle con fe:

R.Muéstranos, Señor, tu amor.

1.Reconocemos, Señor, que todos los beneficios que hoy hemos recibido proceden de tu bondad;

haz que no tornen a ti vacíos, sino que den fruto, con un corazón noble de nuestra parte.

R.Muéstranos, Señor, tu amor.

2.Oh Cristo, luz y salvación de todos los pueblos, protege a los que dan testimonio de ti en el mundo,

y enciende en ellos el fuego de tu Espíritu.

R.Muéstranos, Señor, tu amor.

3.Haz, Señor, que todos los hombres respeten la dignidad de sus hermanos,

y que todos juntos edifiquemos un mundo cada vez más humano.

R.Muéstranos, Señor, tu amor.

4.A ti, que eres el médico de las almas y de los cuerpos,

te pedimos que alivies a los enfermos y des la paz a los agonizantes, visitándolos con tu bondad.

R.Muéstranos, Señor, tu amor.

Antes de la petición por los difuntos pueden añadirse intenciones particulares que concluyen con la respuesta propuesta más arriba.

R.Muéstranos, Señor, tu amor.

5.Dígnate agregar a los difuntos al número de tus escogidos,

cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.

R.Muéstranos, Señor, tu amor.

Oración dominical

V.Porque Jesús ha resucitado, todos somos hijos de Dios; por eso nos atrevemos a decir:


Padre nuestro, que estás en el cielo,

santificado sea tu Nombre;

venga a nosotros tu reino;

hágase tu voluntad en la tierra 

  como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos

a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en la tentación

y líbranos del mal.

Oración conclusiva

V.Oh, Dios, por ti nos ha venido la redención y se nos ofrece la adopción filial; mira con bondad a los hijos de tu amor, para que cuantos creemos en Cristo alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

R.Amén.

Conclusión

1.En la recitación individual, o si el que preside no es un ministro ordenado, se concluye:

V.El Señor nos bendiga, 

  nos guarde de todo mal

y nos lleve a la vida eterna.

R.Amén.

2.Si el que preside es un ministro ordenado, bendice al pueblo diciendo:

V.El Señor esté con vosotros.

R.Y con tu espíritu.

V.La paz de Dios, 

  que sobrepasa todo juicio, 

custodie vuestros corazones 

  y vuestros pensamientos 

en el conocimiento y el amor de Dios 

y de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

R.Amén.

V.Y la bendición 

  de Dios todopoderoso, 

Padre, Hijo

V.+

V.y Espíritu Santo,

descienda sobre vosotros 

  y os acompañe siempre.

R.Amén.

Si se despide a la asamblea se añade:

Podéis ir en paz.

R.Demos gracias a Dios.


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