Vísperas SAN AGUSTÍN DE CANTERBURY, obispo, memoria libre

 SAN AGUSTÍN DE CANTERBURY, obispo, memoria libre

Vísperas

Invocación inicial

V.Dios mío, ven en mi auxilio.

R.Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno

Y dijo el Señor Dios en el principio:

«¡Que sea la luz!» Y fue la luz primera.


   Y vio el Señor

   que las cosas eran buenas.

   ¡Aleluya!


Y dijo Dios: «¡Que exista el firmamento!»

Y el cielo abrió su bóveda perfecta.


   Y vio el Señor

   que las cosas eran buenas.

   ¡Aleluya!


Y dijo Dios: «¡Que existan los océanos,

y emerjan los cimientos de la tierra!»


   Y vio el Señor

   que las cosas eran buenas.

   ¡Aleluya!


Y dijo Dios: «¡Que brote hierba verde,

y el campo dé semillas y cosechas!»


   Y vio el Señor

   que las cosas eran buenas.

   ¡Aleluya!


Y dijo Dios: «¡Que el cielo se ilumine,

y nazca el sol, la luna y las estrellas!»


   Y vio el Señor

   que las cosas eran buenas.

   ¡Aleluya!


Y dijo Dios: «¡Que bulla el mar de peces;

de pájaros, el aire del planeta!»


   Y vio el Señor

   que las cosas eran buenas.

   ¡Aleluya!


Y dijo Dios: «¡Hagamos hoy al hombre,

a semejanza nuestra, a imagen nuestra!»


   Y vio el Señor

   que las cosas eran buenas.

   ¡Aleluya!


Y descansó el Señor el día séptimo.

Y el hombre continúa su tarea.


   Y vio el Señor

   que las cosas eran buenas.

   ¡Aleluya! Amén.

Himno latino

Lúminis fons, lux et orígo lucis,

tu pius nostris précibus favéto,

luxque, peccáti ténebris fugátis,

   nos tua adórnet.


Ecce transáctus labor est diéi,

teque nos tuti sumus adnuénte;

en tibi grates ágimus libéntes

   tempus in omne.


Solis abscéssus ténebras redúxit:

ille sol nobis rádiet corúscus

luce qui fulva fovet angelórum

   ágmina sancta.


Quas dies culpas hodiérna texit,

Christus deléto pius atque mitis,

pectus et puro rútilet nitóre

   témpore noctis.


Laus tibi Patri, decus atque Nato,

Flámini Sancto párilis potéstas,

cuncta qui sceptro régitis suprémo

   omne per ævum. Amen.

Salmodia

Ant. 1.

Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

Salmo 135

Himno pascual

Alabar a Dios es narrar sus maravillas (Casiodoro).

I

Dad gracias al Señor porque es bueno:

porque es eterna su misericordia.


Dad gracias al Dios de los dioses:

porque es eterna su misericordia.


Dad gracias al Señor de los señores:

porque es eterna su misericordia.


Solo él hizo grandes maravillas:

porque es eterna su misericordia.


Él hizo sabiamente los cielos:

porque es eterna su misericordia.


Él afianzó sobre las aguas la tierra:

porque es eterna su misericordia.


Él hizo lumbreras gigantes:

porque es eterna su misericordia.


El sol que gobierna el día:

porque es eterna su misericordia.


La luna que gobierna la noche:

porque es eterna su misericordia.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

Ant.

Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

Ant. 2.

Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.

II

Él hirió a Egipto en sus primogénitos:

porque es eterna su misericordia.


Y sacó a Israel de aquel país:

porque es eterna su misericordia.


Con mano poderosa, con brazo extendido:

porque es eterna su misericordia.


Él dividió en dos partes el mar Rojo:

porque es eterna su misericordia.


Y condujo por en medio a Israel:

porque es eterna su misericordia.


Arrojó en el mar Rojo al Faraón:

porque es eterna su misericordia.


Guio por el desierto a su pueblo:

porque es eterna su misericordia.


Él hirió a reyes famosos:

porque es eterna su misericordia.


Dio muerte a reyes poderosos:

porque es eterna su misericordia.


A Sijón, rey de los amorreos:

porque es eterna su misericordia.


Y a Hog, rey de Basán:

porque es eterna su misericordia.


Les dio su tierra en heredad:

porque es eterna su misericordia.


En heredad a Israel su siervo:

porque es eterna su misericordia.


En nuestra humillación, se acordó de nosotros:

porque es eterna su misericordia.


Y nos libró de nuestros opresores:

porque es eterna su misericordia.


Él da alimento a todo viviente:

porque es eterna su misericordia.


Dad gracias al Dios del cielo:

porque es eterna su misericordia.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

Ant.

Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.

Ant. 3.

Cuando llegó el momento culminante, Dios recapituló todas las cosas en Cristo.

Cántico

Ef 1, 3-10

El Dios salvador


Bendito sea Dios,

Padre de nuestro Señor Jesucristo,

que nos ha bendecido en la persona de Cristo

con toda clase de bienes espirituales y celestiales.


Él nos eligió en la persona de Cristo,

antes de crear el mundo,

para que fuésemos santos

e irreprochables ante él por el amor.


Él nos ha destinado en la persona de Cristo,

por pura iniciativa suya,

a ser sus hijos,

para que la gloria de su gracia,

que tan generosamente nos ha concedido

en su querido Hijo,

redunde en alabanza suya.


Por este Hijo, por su sangre,

hemos recibido la redención,

el perdón de los pecados.

El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia

ha sido un derroche para con nosotros,

dándonos a conocer el misterio de su voluntad.


Este es el plan

que había proyectado realizar por Cristo

cuando llegase el momento culminante:

recapitular en Cristo todas las cosas

del cielo y de la tierra.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

Ant.

Cuando llegó el momento culminante, Dios recapituló todas las cosas en Cristo.

Lectura breve

1 Tes 3, 12-13


Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre.

Responsorio

V.Suba mi oración hasta ti, Señor.

R.Suba mi oración hasta ti, Señor.

V.Como incienso en tu presencia.

R.Hasta ti, Señor.

V.Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

R.Suba mi oración hasta ti, Señor.

Cántico evangélico

Ant.

Proclame siempre mi alma tu grandeza, oh Dios mío.

Magníficat

Lc 1, 46-55

Alegría del alma en el Señor


Proclama mi alma la grandeza del Señor,

se alegra mi espíritu en Dios, 

  mi salvador;

porque ha mirado la humillación 

  de su esclava.


Desde ahora me felicitarán 

  todas las generaciones,

porque el Poderoso ha hecho 

  obras grandes por mí:

su nombre es santo,

y su misericordia llega a sus fieles

de generación en generación.


Él hace proezas con su brazo:

dispersa a los soberbios de corazón,

derriba del trono a los poderosos

y enaltece a los humildes,

a los hambrientos los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos.


Auxilia a Israel, su siervo,

acordándose de la misericordia

—como lo había prometido 

  a nuestros padres—

en favor de Abrahán 

  y su descendencia por siempre.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

Ant.

Proclame siempre mi alma tu grandeza, oh Dios mío.

Preces o intercesiones

V.Llenos de confianza en Jesús, que no abandona nunca a los que se acogen a él, invoquémoslo, diciendo:

R.Escúchanos, Dios nuestro.

1.Señor Jesucristo, tú que eres nuestra luz, ilumina a tu Iglesia,

para que predique a los paganos el gran misterio que veneramos, manifestado en la carne.

R.Escúchanos, Dios nuestro.

2.Guarda a los sacerdotes y ministros de la Iglesia,

y haz que, después de predicar a los otros, sean hallados fieles, ellos también, en tu servicio.

R.Escúchanos, Dios nuestro.

3.Tú que, por tu sangre, diste la paz al mundo,

aparta de nosotros el pecado de discordia y el azote de la guerra.

R.Escúchanos, Dios nuestro.

4.Ayuda, Señor, a los que uniste con la gracia del matrimonio,

para que su unión sea efectivamente signo del misterio de la Iglesia.

R.Escúchanos, Dios nuestro.

Antes de la petición por los difuntos pueden añadirse intenciones particulares que concluyen con la respuesta propuesta más arriba.

5.Concede, por tu misericordia, a todos los difuntos el perdón de sus faltas,

para que sean contados entre tus santos.

R.Escúchanos, Dios nuestro.

Oración dominical

V.Unidos a Jesucristo, supliquemos ahora al Padre con la oración de los hijos de Dios:


Padre nuestro, que estás en el cielo,

santificado sea tu Nombre;

venga a nosotros tu reino;

hágase tu voluntad en la tierra 

  como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos

a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en la tentación

y líbranos del mal.

Oración conclusiva

V.Oh, Dios, que por la predicación del obispo san Agustín de Canterbury llevaste a los pueblos de Inglaterra al Evangelio, te pedimos que los frutos de sus trabajos permanezcan en tu Iglesia con perenne fecundidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

R.Amén.

Conclusión

1.En la recitación individual, o si el que preside no es un ministro ordenado, se concluye:

V.El Señor nos bendiga, 

  nos guarde de todo mal

y nos lleve a la vida eterna.

R.Amén.

2.Si el que preside es un ministro ordenado, bendice al pueblo diciendo:

V.El Señor esté con vosotros.

R.Y con tu espíritu.

V.La paz de Dios, 

  que sobrepasa todo juicio, 

custodie vuestros corazones 

  y vuestros pensamientos 

en el conocimiento y el amor de Dios 

y de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

R.Amén.

V.Y la bendición 

  de Dios todopoderoso, 

Padre, Hijo

V.+

V.y Espíritu Santo,

descienda sobre vosotros 

  y os acompañe siempre.

R.Amén.

Si se despide a la asamblea se añade:

Podéis ir en paz.

R.Demos gracias a Dios.


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